viernes, 5 de diciembre de 2008

Volver (Pedro Almodóvar, España, 2007)


(Proyección PPE # 5)
El Cine Club Primera Toma, A.C., presenta en su Ciclo de Estreno, en El kiosco del Arte de La Plaza del Camarón (enfrente del Ayuntamiento de Puerto Peñasco), Blvd. Benito Juárez y Blvd. Fremont, Colonia Centro. Este martes, 20 de noviembre de 2008, en punto de las 8:30 p.m., la película:


Volver
(Pedro Almodóvar, España, 2007)


Brevedades sobre Almodóvar
Por Socorro González

Es innegable el vínculo que el nombre Pedro Almodóvar tiene con términos como irreverencia, humor, bizarrismo y vulgaridad… y es que así fueron los orígenes cinematográficos de este autor español por allá a finales de los setentas, cuando deambulaba descaradamente travestido y filmes como Pepi, Lucy, Bon y otras chicas del montón, Entre tinieblas o la Ley del deseo salieron al público, denunciando una de las “cabecitas” más críticas y corrosivas que ha tenido el cine español contemporáneo. Pionero de lo que se ha conocido como “el destape español” (movimiento cultural surgido posteriormente a la muerte de Franco, cuando una diversidad de mentes creadoras comenzaron a manifestarse libremente), Almodóvar fue construyendo su carrera en base a historias de fuertes y desinhibidos contenidos (a él se deben inquietantes y provocativas escenas sexuales, sólo basta checar algunos de sus títulos como Matador o ¡Átame!) ; temas como el amor atormentado y no, el sexo, la soledad, el crimen, la mujer o la homosexualidad fueron y siguen siendo los principales ingredientes de este realizador, padre creador de actores, ahora estrellas, como Victoria Abril o Antonio Banderas, y de fieles y respetadas musas como Carmen Maura o Chus Lampreave. El cine de Almodóvar también se caracteriza por un esmerado trabajo visual (deficiente en sus primeros intentos, pero revelador), casi artesanal; un abanico de colores vivos e impecables movimientos de cámara que son un deleite para la vista espectadora. Después de toda una década, la de los ochentas, de irreverentes y contestarios filmes que le concedieron un éxito comercial pero al mismo tiempo un título de auteur; después de largos años de ir depurando su estilo (en ambos aspectos, formal y de contenido), Pedro Almodóvar da inicio a una muy marcada tendencia estética e ideológica, etapa de una definida madurez, llena de sutilezas y buen gusto, así como de una capacidad para conmover y sorprender a un público que anteriormente estaba acostumbrado a su hilarante humor negro y despilfarros. Si bien el mundo femenino siempre le ha sido familiar (desde su ópera prima, hasta la excelente y ya clásica Mujeres al borde de un ataque de nervios, es en esta segunda etapa donde el realizador se adentra de un modo más íntimo y detallado en las mujeres. A esta “nueva” etapa, construida casi íntegramente desde los códigos del melodrama, pertenecen títulos como Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre y las dos más recientes, la minimalista y genial Hablé con ella y Volver (cinta que hoy vemos). Con excepción del tropezón que significó La mala educación (un fallido intento por retornar a los tiempos de la Ley del deseo, que más bien parece un capricho por mostrar al mexicano Gael García Bernal en paños menores y teniendo relaciones íntimas con hombres), Almodóvar se muestra ahora como un cineasta más depurado y sutil, de una técnica visual y narrativa impecable, con intereses más intimistas sin rallar en la cursilería (haciendo a un lado La flor de mi secreto). Lejos está ya el jovencito gordinflón abanderado tras la rebeldía e irreverencia, ha sido sustituido por el señor maduro que descubrió que en el cine el dulce encanto de la poesía; la cinta que hoy nos ocupa, es una prueba de ello. Disfrútenla.

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